La Interfaz invisible. Pasado, Presente y Futuro de la UX
Posted by Insights UserEmotion
En la charla “La Interfaz Invisible: Pasado, Presente y Futuro de la UX,” Alexis Brantes exploró el concepto de interfaces invisibles, una tendencia en diseño de experiencia de usuario (UX) que se centra en crear interacciones tan intuitivas que el usuario apenas nota su presencia. Estas interfaces, al ser naturales y de bajo consumo cognitivo, permiten que la interacción ocurra de manera fluida y sin esfuerzo.
Algunos ejemplos incluyen una puerta que se abre automáticamente al detectar la presencia de una persona, las líneas guía inteligentes en herramientas de diseño como Photoshop, y la creación automática de reuniones al enviar un email con una invitación. Estas interfaces son un ejemplo de la computación ubicua, donde la tecnología se integra en la vida cotidiana hasta volverse prácticamente imperceptible.
Alexis destacó la cita de Michalko de 2011: “Las personas finalmente ven lo que esperan ver”, refiriéndose a cómo la percepción está moldeada por las expectativas y no necesariamente por deseos o ilusiones. En el contexto de las interfaces invisibles, esto implica que el diseño debe alinearse con las expectativas del usuario, de forma que el uso de la interfaz se sienta natural y no requiera un aprendizaje consciente. En lugar de una interacción guiada por instrucciones, las interfaces invisibles buscan integrarse intuitivamente en el entorno, apoyando al usuario en tareas rutinarias o complejas de forma casi imperceptible.
Durante la charla, Alexis también situó el desarrollo de las interfaces invisibles en el contexto de la “tercera ola tecnológica”. Explicó que la primera ola correspondía a un solo computador para múltiples personas; la segunda, a un computador para cada persona; y en la tercera, a múltiples computadores para múltiples personas, donde cada individuo está constantemente rodeado de dispositivos inteligentes. Este cambio, según Alexis, plantea nuevos desafíos y oportunidades para el diseño de UX, ya que el objetivo es crear experiencias sin interrupciones en un entorno saturado de tecnología.
"Las tecnologías más profundas son las que desaparecen. Se integran en el tejido de la vida cotidiana hasta que no se les puede distinguir.".
Mark Weiser
Para cerrar, Alexis abordó cómo la neurociencia y la biometría están ayudando a comprender la experiencia humana con estas interfaces, utilizando técnicas que miden las respuestas electrofisiológicas al interactuar con la tecnología.
La percepción humana, más allá de los sentidos convencionales, se extiende a 21 sentidos reconocidos o incluso a 33 según teorías más radicales, y comprender cómo el cerebro procesa la información multisensorial es clave para avanzar en el diseño de interfaces. En esta línea, la neurociencia computacional y los modelos de aprendizaje automático son herramientas poderosas que permiten mejorar la experiencia de usuario en un entorno donde la tecnología busca ser tan sutil que parezca invisible.
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